lunes, 25 de marzo de 2024

Histoire de faussaire

 

Histoire de faussaire


Se découpant sur champ d'azur
La ferme était fausse bien sûr,
Et le chaume servant de toit
Synthétique comme il se doit.
Au bout d'une allée de faux buis,
On apercevait un faux puits
Du fond duquel la vérité
N'avait jamais dû remonter.

Et la maîtresse de céans
Dans un habit, ma foi, seyant
De fermière de comédie
A ma rencontre descendit,
Et mon petit bouquet, soudain,
Parut terne dans ce jardin
Près des massifs de fausses fleurs
Offrant les plus vives couleurs.

Ayant foulé le faux gazon,
Je la suivis dans la maison
Où brillait sans se consumer
Un genre de feu sans fumée.
Face au faux buffet Henri deux,
Alignés sur les rayons de
La bibliothèque en faux bois,
Faux bouquins achetés au poids.

Faux Aubusson, fausses armures,
Faux tableaux de maîtres au mur,
Fausses perles et faux bijoux
Faux grains de beauté sur les joues,
Faux ongles au bout des menottes,
Piano jouant des fausses notes
Avec des touches ne devant
Pas leur ivoire aux éléphants.

Aux lueurs des fausses chandelles
Enlevant ses fausses dentelles,
Elle a dit, mais ce n'était pas
Sûr, tu es mon premier faux pas.
Fausse vierge, fausse pudeur,
Fausse fièvre, simulateurs,
Ces anges artificiels
Venus d'un faux septième ciel.

La seule chose un peu sincère
Dans cette histoire de faussaire
Et contre laquelle il ne faut
Peut-être pas s'inscrire en faux,
C'est mon penchant pour elle et mon
Gros point du côté du poumon
Quand amoureuse elle tomba
D'un vrai marquis de Carabas.

En l'occurrence Cupidon
Se conduisit en faux-jeton,
En véritable faux témoin,
Et Vénus aussi, néanmoins
Ce serait sans doute mentir
Par omission de ne pas dire
Que je leur dois quand même une heure
Authentique de vrai bonheur.


Historia de una falsedad


Recortándose sobre el azul del horizonte (3),
La granja era falsa, por supuesto,
Y el rastrojo que servía de techo,
Sintético, como debe ser.
Al final de una alameda de falsos bojes,
Se veía un falso pozo,
De cuyo fondo, la verdad
No debía de salir nunca.

Y la señora del lugar,
Con un traje, a fe mía, que parecía
Una granjera de una obra de teatro,
Acudió a mi encuentro.
Y de pronto, mi pequeño ramo,
Pareció poca cosa en ese jardín,
Cerca de los macizos de falsas flores,
Que ofrecían sus más vivos colores.

Pisando el falso césped,
La seguí hasta la casa
Donde brillaba sin consumirse
Un especie de fuego sin humo.
Frente a un falso aparador Enrique II,
Colocados sobre las estanterías de
La biblioteca en madera falsa,
Había falsos libros comprados al peso.

Falso Aubusson (1), falsas armaduras,
Falsas pinturas de maestros en el muro,
Falsas perlas y falsas joyas
Falsos lunares sobre las mejillas (2),
Falsas uñas al final de sus pequeñas manos.
Piano que tocaba falsas notas
Con teclas que no debían
Su marfil a los elefantes.

A la luz de las falsas velas
Levantando sus falsos encajes,
Ella me dijo, pero no es seguro,
Tú eres mi primer mal paso.
Falsa virgen, falso pudor,
Falsa fiebre, simuladores,
Esos ángeles artificiales
Venidos de un falso séptimo cielo.

La única cosa un poco sincera
En esta historia de falsedades
Y contra la cual no hay
Quizás, que hablar en falso,
Es mi afecto por ella y
Mi gran dolor del lado del pulmón
Cuando ella se enamoró
De un verdadero marqués de Carabas.

En esa ocasión Cupido
Se condujo como un hipócrita,
Como un verdadero falso testigo,
Y Venus también. Sin embargo,
Sería sin duda mentir
Por omisión no decir
Que le debo al menos una hora
Auténtica de verdadera felicidad.

(1) Tapiz aterciopelado y raso fabricado en Aubusson.

(2) Grain de beauté: Pequeño lunar que hacía resaltar la blancura de la piel considerada como el atributo de la belleza.

(3) Hace referencia a la heráldica donde los objetos, armas, etc. se disponen sobre campo azul, es decir sobre un fondo de terciopelo azul. Desde el inicio marca la falsedad del cielo y de todo lo que viene después.